En 2019, Mirreyes vs Godínez se convirtió en una de las películas mexicanas más taquilleras de la historia. Sus $238 millones de pesos demostraron que el público estaba genuinamente interesado en ver las aventuras ocurridas dentro de una oficina. Los personajes altamente identificables y un elenco compuesto por caras conocidas, fue de gran atractivo. Gracias a su éxito, se puso en marcha la realización de una secuela que no solo enfrentó la pandemia, sino también la polémica de Pablo Lyle, su protagonista. Tres años después de la primera cinta, su secuela busca recuperar a los millones de espectadores que les dieron una oportunidad. ¿Valió la pena la espera?
A causa de una tentadora oferta para la empresa Kuri, los Mirreyes y Godínez se enfrentarán una vez más. Para resolver sus problemas, viajarán a un retiro corporativo. Ahí tratarán de volver a unirse como equipo y tomar las mejores decisiones para la empresa que casi se ha convertido en su hogar. Con esa premisa, uno esperaría que los personajes tuvieran un poquito más de desarrollo; al final del día, el mencionado retiro busca profundizar en su dinámica y lo que han aprendido de su trabajo como equipo.
Desafortunadamente, cualquier expectativa que se tenga sobre esta cinta quedará sepultada. Todos los actores del elenco se sienten encasillados en lo mismo que han hecho desde años (no solo en la primera película). Para bien o para mal, la decisión de mantener lo que funcionó en 2019 se siente como un freno de mano. Ningún personaje tiene la oportunidad de crecer, solo reciclan la dinámica de la película anterior y nada se siente original. Regina Blandón y Christian Vázquez son los únicos que, en el mejor de los casos, demuestran un poco sus dotes dramáticas en ciertas escenas trascendentales y logran aportar un poco de dignidad. Mención aparte para la participación del standupero Carlos Ballarta, pues aun cuando en la vida real se dedica a la comedia, no logra sacar una sola risa y se siente como el eslabón más débil en esta fallida cinta. Vaya ironía.
En cuanto a la comedia se refiere, esta es prácticamente inexistente. Como mencioné anteriormente, Mirreyes vs Godínez 2 se dedica a reciclar los (pocos) buenos momentos de su antecesora y termina por quemarlos antes de los primeros 15 minutos. A partir de ahí solo vemos pobres intentos de sacar risas y un humor escatológico vergonzoso llevado al extremo. Parece que alguien necesita explicarles que los chistes de flatulencias ya no dan risa (si es que alguna vez lo hicieron).
En su intento por congeniar con las nuevas audiencias y temas sociales, se une un personaje “woke” interpretado por la joven Roberta Damián. Esto último no tendría nada de malo, pero hay un pequeño gran detalle: sus diálogos parecen sacados del activista más trillado de Twitter y en más de una ocasión provocan que el espectador gire los ojos. La sátira, el sexismo y la condescendencia laboral que levemente resaltaron en la primera cinta pasan tristemente desapercibidos.
Si Mirreyes vs Godínez 2 tiene una estrella es por las ya mencionadas participaciones de Regina Blandón y Christian Vázquez. Además, cuenta con bellas locaciones en la selva veracruzana que resultan atractivas y ofrecen un cambio de las monótonas locaciones donde se encuentra la empresa Kuri.
En conclusión, Mirreyes vs Godínez 2 es una cinta con pocas razones de existir más allá del éxito económico. Su elenco intenta salvarla del naufragio, pero cuando su historia provoca más ganas de estar viendo el teléfono que de reír, definitivamente hay un gran problema.
¿Dónde ver Mirreyes vs Godínez 2?
A diferencia de la primera parte, esta secuela no contó con un estreno en cines. Ya se encuentra disponible en ViX Plus. Para verla tendrás que contratar dicho servicio de streaming, el cual tiene un costo de $119 pesos al mes.
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