Black Adam, la más reciente película del Universo Extendido DC, podría significar una pérdida considerable de dinero para la distribuidora Warner Bros.
La cinta estelarizada por Dwayne Johnson estrenó a nivel global el pasado 20 de octubre, ostentando un colosal presupuesto de $195 millones de dólares en su realización. Sin embargo, durante su primer fin de semana en cines, su desempeño en taquilla no fue nada sobresaliente. En Estados Unidos y Canadá, tuvo que conformarse con la suma de $67 millones; una cifra que no necesariamente condenaba la película al fracaso, pero el paso de los días no implicó una mejoría en materia de recaudación local e internacional. Para principios de diciembre de 2022, después de mes y medio en cartelera, Black Adam reúne en sus bolsillos $387 millones; es decir, poco menos del doble de su presupuesto. Entonces, ¿hay esperanzas para que esta entrega del DCEU no devenga una piedra en el zapato de Warner?
Algunas fuentes de Variety indican que no, no hay esperanzas. Según su testimonio, Black Adam «necesitaba acumular alrededor de $600 millones de dólares en todo el mundo para alcanzar el punto de equilibrio» y obtener ganancias para Warner, por encima de sólo recuperar lo invertido. Pero expertos en taquilla descartan que, a estas alturas, la cinta dirigida por Jaume Collet-Serra consiga siquiera alcanzar los $400 millones en todo el mundo. Y aunado a que las exhibidoras suelen quedarse con la mitad del dinero obtenido en ventas de boleto, más bien se espera que esta película en solitario del todopoderoso antihéroe de DC conlleve pérdidas para el estudio de entre $50 y $100 millones durante su corrida teatral.
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No obstante, fuentes cercanas a Warner compartieron con el medio que, supuestamente, $400 millones de dólares en recaudaciones serán más que suficientes para que las finanzas del estudio se mantengan en un estado positivo. Y no es descartable que Black Adam siga cosechando elevadadas cantidades de dinero aunque no sea en cine. Desde el pasado 22 de noviembre, a raíz de su llegada a diversas plataformas de video on demand para compra y renta digital, la película ha superado las expectativas. Según números de Variety, este ingreso adicional podría ser de entre $25 y $35 millones.
Los mismos insiders de Warner argumentan que reducir el tiempo de exclusividad teatral —en el contexto de la crisis sanitaria— ha permitido que los servicios de streaming sean más redituables. Debido a que sólo hay una diferencia de 33 días entre el estreno teatral y el arribo a catálogos de video on demand para compra o alquiler, una distribuidora logra ahorrarse varios millones de dólares al no tener que revivir una campaña de marketing con motivo del lanzamiento digital de cualquiera de sus producciones.
En el caso de Black Adam, Warner presuntamente fue capaz de reducir los costos de publicidad en un 20%. De ahí que bastaran $80 millones de dólares para la difusión de la cinta a nivel global, y no los $100 millones que regularmente requiere un blockbuster de esa magnitud.
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