Para un actor, sin importar el momento que enfrente, es difícil elegir en qué película se adentrará. Seguramente, todos firman con la ilusión de tener por lo menos un discreto éxito en taquilla o una participación destacada. Pero muchas veces las cosas no salen como se esperan. Gracias a malos guiones, un casting hecho bajo criterios cuestionables, o procesos de post producción que resultaron espantosos, estos actores odian sus propias películas. Aquí te presentamos los casos más destacados.
Robert Pattinson – Crepúsculo
Aunque el éxito de esa franquicia lo dio a conocer al mundo entero, el ahora Batman no está muy contento con su participación en dicho romance vampírico. Lo curioso es que incluso lo expresaba durante los junkets de prensa de cada película en la saga. En una de muchas entrevistas, el británico mencionó que incluso habría odiado la saga si no hubiera participado en ella. Pero seamos honestos, ¿acaso su carrera habría sido la misma?
Emma Stone – Aloha
En 2015, esta pretendida comedia buscaba la aceptación de la audiencia y los críticos. Contaba con las actuaciones de Emma Stone, Bradley Cooper, Rachel McAdams, Bill Murray y John Krasinski, además, tenía a Cameron Crowe (Jerry Maguire) como director. La película fue un rotundo fracaso, pero esa no es la razón del odio que le tiene Stone. Su personaje era de descendencia hawaiana y china, algo que no coincide en lo absoluto con su fisionomía. La actriz admite que le quitó el papel a una actriz con esas características, pero reconoce que esa experiencia le enseñó mucho sobre el “whitewashing” de Hollywood.
Alec Baldwin – La era del rock
Warner Bros., Tom Cruise y muchos más esperaban que este musical fuera todo un éxito en verano de 2012. Pero el fracaso les llegó de forma inminente. ¿La razón? Críticos y audiencia coincidieron en que la película era un desastre. El mismo Baldwin también lo admitió para The Wrap:
“Fue un completo desastre. A la semana te dices: ´Oh, Dios, ¿qué he hecho?´”.
Rooney Mara – Peter Pan
La dirección de Joe Wright (Orgullo y prejuicio), más la aparición de Hugh Jackman como Barbanegra, y un presupuesto de $150 millones de dólares prometían una gran aventura en el cine. Desgraciadamente, la adaptación y el casting fueron un desastre. Rooney Mara le dio vida a Tigrilla, una chica indígena del País de Nunca Jamás, y al igual que Emma Stone, sus características físicas no coincidían con lo que podría esperarse.
“Realmente odio, odio, odio estar en ese lado de la conversación sobre el whitewashing. Realmente lo hago. No quiero volver a estar de ese lado nunca más. Puedo entender por qué la gente estaba molesta y frustrada”, comentó para USA Today.
Jake Gyllenhaal – El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo
Ah, Disney y sus pretendidas franquicias. En 2010, esta adaptación del famoso videojuego llegó a las pantallas de todo el mundo. ¿Alguien se acuerda de ella? Seguramente Jake Gyllehaal, su protagonista, solo lo hace por los malos recuerdos. El “whitewashing” y las malas críticas acabaron con toda intención de hacer más películas.
“Creo que aprendí mucho de esa película porque paso mucho tiempo tratando de ser reflexivo sobre los roles que elijo y por qué los estoy eligiendo. Y seguramente cometerás un error. Este fue uno de ellos”, mencionó para Yahoo!.
Halle Berry – Catwoman
Para bien o para mal, no solo Halle Berry odia esta película. Afortunadamente, la actriz acudió a recibir el Razzie que se ganó por su aparición en esta fallida cinta. Irónicamente, en su discurso de agradecimiento dedicó unas palabras hacia su entonces representante:
“Me quiere tanto que me convence de hacer proyectos incluso cuando sabe que son una mi*rda”.
Channing Tatum – G.I. Joe: El origen de Cobra
Esta es otra de esas producciones de las cuales es difícil encontrar algún fanático. En aquel entonces, Tatum era uno de los objetivos de Hollywood para ser estrella de acción. Y esta película casi sepulta su carrera. Como buen fan de los personajes originales, el también protagonista de Magic Mike desprecia esta producción.
“Me obligaron a hacerlo. El guion no era bueno. Y no quería hacer algo de lo que era fan desde niño, lo veía todas las mañanas mientras crecía, y no quería hacer algo que, en un principio, era malo. Y dos, no sabía si quería ser G.I. Joe”, expuso para Howard Stern.
Jessica Alba – Los cuatro fantásticos
Siendo sinceros, en aquellos tiempos era muy mal visto interpretar a un superhéroe. Y tampoco ayudaba que Los cuatro fantásticos fue, en cierto modo, deplorable. Sin embargo, también fue tortuoso para aquellos dentro de la producción. Jessica Alba, la Mujer Invisible de esa cinta, recuerda con dolor su participación en aquella historia.
“Lo odié. Lo odiaba de verdad. Recuerdo cuando me moría en Silver Surfer. El director decía: ‘Parece demasiado real. Parece demasiado doloroso. ¿Puedes ser más bonita cuando lloras? Llora bonito, Jessica”, contó para Elle.
¿Estás de acuerdo con su opinión? ¿Qué habría sido de la carrera de todos estos actores sin sus películas que odian? Aunque ahora lo ven como un mal momento en su vida, por lo menos aprendieron lecciones importantes para el resto de su carrera.
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