Estamos acostumbrados a ver que el cine mexicano llena la cartelera con comedias románticas e historias protagonizadas por muchos de los mismos actores de siempre. Por ello resulta atractivo ver que una película como Háblame de ti apueste por nuevos talentos juveniles, importantes actores de soporte e incluso un género que pocas veces se explota en el cine mexicano comercial: el coming-of-age. ¿Vale la pena darle una oportunidad?
Chava (Germán Bracco) es un adolescente con poca suerte en el amor. Todo cambia cuando “Brujita”, una misteriosa admiradora secreta, empieza a enviarle mensajes. Tratando de averiguar quién es ella, Chava conoce a Carlos (Martín Saracho), un chico de su clase de natación. Él le ayudará a encontrar las pistas para descubrir la verdad detrás de Brujita. En este proceso, Chava descubrirá muchas cosas que desconocía de su familia, sus amigos e inclusive de sí mismo, que le ayudarán a definir quién es él.
La ópera prima de Eduardo Cortés (también guionista) resulta sobresaliente en muchos sentidos. El primero de ellos es el desempeño de sus actores. Germán Bracco logra crear a un Chava completamente empático; no importa si los espectadores son parte de la comunidad LGBTIQ+, seguramente encontrarán en el viaje emocional de Chava más de un rasgo con el que se van a identificar. Su química con Martín Saracho es notoria. Juntos logran una representación honesta de la diversidad y se alejan de todos los clichés que pudieron hacerse presentes.
Arcelia Ramírez, Julio Bracho, Hugo Catalán y Daniela Schmidt también se hacen presentes a lo largo del metraje. Sin embargo, los primeros dos aportan una mayor dosis de madurez a la historia y son fundamentales en el autodescubrimiento de Chava. Sus personajes no son el típico estereotipo de padres mexicanos, van más allá e incluso pueden servir como reflejo para muchos hogares mexicanos. De igual forma, el elenco juvenil logra un trabajo honesto, y gracias a la atinada dirección de Cortés, se siente parte integral de la cinta.
En términos de historia, Háblame de ti no es una película fácil. Durante los primeros minutos pareciera que ciertos personajes o subtramas van hacia un lado, pero con el paso del tiempo descubrimos algunos giros (todos verosímiles) que le dan frescura a las anécdotas. Los temas familiares, los acercamientos entre Chava y Carlos, e incluso la resolución de la cinta se sienten absolutamente reales. No se trata de una historia moralina o que busca aleccionar. Simplemente refleja lo que muchísimos adolescentes y sus padres viven día a día en sus dinámicas familiares, sociales o escolares. En ese sentido, la misión se cumple y con creces.
Al final del día, Háblame de ti cuenta con muchos aspectos para convertirse en un título destacado dentro del cine mexicano contemporáneo. Si bien se trata de una producción modesta y con ciertos problemas técnicos, logra lo que la mayoría de títulos nacionales comerciales no puede. Aquí sí hay personajes que nos importan, situaciones reales y un entorno que todos podemos reconocer. La dirección de Eduardo Cortés logra crear una cinta necesaria para los tiempos en que vivimos y demuestra, una vez más, que el cine mexicano puede ser memorable y apto para generar discusiones. Una propuesta que definitivamente merece ser vista por todos.
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