Al lidiar con una clasificación restrictiva sobremanera (no apta para menores de 18 años) y prometer una acercamiento brutal a la vida de la trágica e icónica Marilyn Monroe, la nueva película del director Andrew Dominik no podía dejar callado a nadie. Tras su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2022, Rubia con Ana de Armas ha suscitado en las últimas horas una infinidad de reacciones que remarcan su mirada voyerista, sus comentarios sobre la fama y su tratamiento más propio de una pesadilla surrealista que de una biopic.
Chequen a continuación algunas opiniones especializadas en torno a este filme de Netflix sobre una de las máximas estrellas y sex symbols de Hollywood en el siglo XX.
“Rubia, de Andrew Dominik, es muchas cosas, pero definitivamente no es sosa. Es [una película] voyerista que debe verse, aunque sólo sea por la intrépida inmersión de Ana de Armas en el torturado papel de Marilyn Monroe”, compartió David Rooney de The Hollywood Reporter.
“Rubia es severa y seria casi hasta el extremo. Uno se pregunta cuántos espectadores en casa seguirán hasta el final cuando llegue a Netflix después de un estreno teatral limitado. En el cine, sin embargo, te traga como un sueño intranquilo, a la vez demasiado familiar y punzantemente irreal”, expresó Robbie Collin de Telegraph.
“La muy esperada y retrasada adaptación cinematográfica de Andrew Dominik toma la novela [original] y la lleva más lejos hacia el reino de la fantasía sin adulterar. Ésta no es tanto una película biográfica, sino una tragedia surrealista sobre la imposibilidad de ser Marilyn Monroe”, opinó Leila Latif de Little White Lies.
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“Rubia es basura estridente o un digno comentario sobre la celebridad moderna. Sinceramente, no puedo decidir cuál. Sea como sea, Ana de Armas se las juega todas”, afirmó Richard Lawson de Vanity Fair.
“Cambiando entre el profundo blanco y negro y el Technicolor, el estilo de Dominik es a la vez visualmente divertido y emocionalmente adusto. El cineasta denuncia los peligros del estrellato con un lado de la boca y canta sobre la magia de las películas con el otro”, aseveró Ben Croll de The Wrap.
“Rubia está menos preocupada por construir una representación fiel de la figura de la vida real [de Monroe] que por traducir la crueldad brutal de la celebridad, sosteniendo un espejo incómodo frente a las personas que disfrutan incursionando en el voyerismo cuidadosamente presentado como entretenimiento”, señaló Rafaela Sales Ross de BBC.
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“Quería amar Rubia, pero encontré que la película era una frustración irresistible: tan forense y a veces ingeniosa en la reconstrucción de su imagen pública que la Marilyn privada nunca emerge del velo”, declaró Guy Lodge de Film of the Week.
“No es que Andrew Dominik haya hecho una película inverosímil sobre la experiencia de una joven y pobre belleza atormentada por el miedo a la locura que fue masticada por la máquina de Hollywood. El tema es que ha hecho una película inspirada en Marilyn Monroe donde se la caracteriza monótonamente como víctima”, apuntó Sophie Monks Kaufman de IndieWire.
“Para bien y para mal, Rubia es una reinvención voyerista de una vida triste arruinada por la misoginia, envuelta en destreza técnica y una actuación empática. El público ha consumido a Marilyn en vida y en muerte. Es poco probable que la industria creada para explotarla se detenga aquí. Los éxitos siguen llegando”, dijo Fionnuala Halligan de Screen Daily.
Rubia llegará al catálogo de Netflix Latinoamérica el próximo 28 de septiembre.
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