Al director Richard Curtis le inquieta la falta de representación que existe en su película Realmente amor. A pesar de que se trata de uno de los más grandes clásicos de Navidad, a veinte años de su estreno ya presenta algunos rasgos caducos. Nadie lo asegura más que su propio director quien se arrepiente de que su película es quizás un poco desactualizada para los tiempos que corren.
Durante un especial para conmemorar el 20 aniversario de la película, la cadena ABC platicó con el director (vía). Allí le interrogó sobre aquella cosa que habría hecho diferente. Entonces el cineasta Richard Curtis no fue tímido al momento de sentenciar su propia película a la luz de la modernidad.
Aseguró que se arrepiente de que en su Realmente amor exista una falta de representación evidente. Pero se consuela con el hecho de que los tiempos están cambiado. Y aquella falta cometida por él, con suerte no será realizada también por los cineastas del futuro.
«La poca representación de la cinta me hace sentir incómodo y un poco estúpido, a decir verdad», espetó Curtis. «También creo que hay como 3 secciones de la trama que narran la historia de un jefe y alguien que trabaja para ellos».
Realmente amor narra diversas historias de romance, principalmente en la ciudad de Londres. Todas ellas convergen de alguna u otra manera, sin que necesariamente afecten en la otra. La película es un éxito de las navidades. Además de resaltar los valores del amor, la amistad y la comprensión con otros, la magia de las fiestas está presente en todo momento como el combustible que da vida a las acciones de los personajes.
Sin embargo, lo que comenta Curtis es verdadero. Los dramas de la cinta son mayoritariamente blancos (con muy pocas excepciones) y todas las relaciones amorosas que retrata son estrictamente heterosexuales. Existe una falta de representación tanto racial como queer en Realmente amor.
Curtis sabe que a la luz de hoy en día y de los espectadores noveles, sin duda su película será vista como «vieja» y un tanto caduca. Pero espera que su error sea también una lección no solo para él, sino para los cineastas venideros. Quienes tienen en sus manos una forma más abierta de pensar y el poder para representar a todas las personas del mundo.
«Hay cosas que cambiaría, pero gracias a Dios la sociedad está cambiando», continuó Curtis. «Así que mi película está destinada, en algunos momentos, a sentirse, ya sabes, desactualizada».
A pesar de su falta de representación, veinte años después Realmente amor continúa entre las favoritas del público. Cuándo se le pregunta a la actriz Emma Thompson por qué la película continúa vigente entre las audiencias ella opina que es «Porque creo que olvidamos, una y otra vez que el amor es todo lo que importa».
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