shazam-la-furia-de-los-dioses-critica-pelicula

Shazam 2: la furia de los dioses – Crítica de la película

shazam-la-furia-de-los-dioses-critica-pelicula

Obsesionado con la oscuridad, los personajes atormentados y los tratamientos adultos, el universo cinematográfico de DC poco a poco se fue a cuestas. Sin embargo, la primera entrega de Shazam llegó a la colección como una suerte de aire fresco, en donde el corazón de la historia era las aventuras de dos amigos que poco a poco se convertían en familia. Shazam 2: la furia de los dioses, por fortuna, es una película que recupera aquella esencia y que además eleva la apuesta emocional de sus personajes.

Ahora no sólo se trata de un par de amigos en una narrativa de superhéroes, sino de una familia completa. Lo que permite que la película dirigida por David F. Sandberg explore en los recovecos de las dinámicas familiares, emita contrastes sobre los asuntos de la hermandad y toque temas como la ansiedad por la pérdida. Todo acompañado con una pincelada de elementos más comunes de la coming of age.

Shazam 2, que recién llega a los cines, se parece más a una comedia familiar de los 90. Aquella en donde la convivencia entre familias grandes, o las aventuras de adolescentes inexpertos, encendían la chispa del humor. Películas como Quisiera ser grande con Tom Hanks, o Si tuviera 30 con Jennifer Garner, parecieran inspiraciones más acertadas para esta cinta, que cualquier otra película de superhéroes moderna.

Shazam: La furia de los dioses - Crítica de la película
Shazam 2: la furia de los dioses, crítica de la película.

Ahora Billy Batson (Asher Angel y Zachary Levi) y sus hermanos son todos superhéroes y conforman un equipo para combatir el crimen en la ciudad de Filadelfia. Desafortunadamente, como en realidad son niños, sus acciones son descuidadas. Salvan la situación, pero descomponiendo otra en el proceso. Aquello les ha asignado una especie de amor/odio en la ciudad. Nada de eso resulta de gran relevancia para ellos, ya que cada unos lidia con sus propios ansiedades.

Darla (Faithe Herman/Meagan Good), la menor, se preocupa por los animales. Pedro (Jovan Armand/DJ Cotrona) se encuentra en un proceso de aceptación de indentidad. Eugene (Ian Chen/Ross Butler) está muy ocupado en la organización de la guarida del grupo. Mary (Grace Caroline Currey) se lamenta por no haber asistido a la universidad. Y Freddy Freeman (el genial Jack Dylan Grazer y Adam Brody) está en la etapa de la aturdición familiar, por lo que busca hacer todas las cosas en solitario.

En contraste a todos ellos está Billy Batson, quien busca constantemente integrar al grupo. A punto de cumplir 18 años, el adolescente teme que una vez expulsado del sistema de cuidado infantil, pierda a la familia que recién encontró. Razón de que busque pasar la mayor parte del tiempo con una tropa que está más preocupado por sus propios problemas, que por realizar actividades en familia. 

Shazam: La furia de los dioses - Crítica de la película
Shazam 2: la furia de los dioses, crítica de la película.

Son ese tipo de dinámicas y la comedia derivada de su convivencia, lo que resulta más atractivo en Shazam 2: la furia de los dioses. La familia y la identidad son los conceptos con los que la película erige todo su conjunto narrativo. No sólo el protagonista se pregunta constantemente cuál sería el nombre adecuado para su alter ego superheroico, sino que además se pregunta si aún tiene un lugar en una familia que conoció por un sistema de acogida. 

El hecho de que la película inicie con el superhéroe en el banquillo de un psiquiatra (que en realidad es un pediatra), pone de manifiesto todos los subtextos de la película. La exploración de las dinámicas familiares y el encontrar un lugar en el mundo, son ideas que incluso se extienden hasta las historias de las antagonistas. Porque desde luego que existe una amenaza que buscará desestabilizar la aparente tranquilidad del universo.

Así entran en escena las hijas de Atlas. La malvada Kalypso, interpretada por Lucy Liu, y una más calculadora Hespera, en las manos de Helen Mirren. Ambas diosas buscan recuperar la magia que fue robada de su padre y que fue repartida sin permiso a otras personas que ahora cuentan con los dones dignos de las deidades.

Shazam: La furia de los dioses - Crítica de la película
Shazam 2: la furia de los dioses, crítica de la película.

Es en este punto en donde la película revela sus debilidades. La narrativa de las villanas carece de la misma calidez y audacia que el resto. Sus motivaciones y sus diálogos malvados no logran escapar de los lugares comunes en las cintas de superhéroes. Si acaso existe una mirada interesante hacia su relación como hermanas y los desacuerdos que existen entre ellas. Lo que dota a estos personajes de una cierta humanidad que aparece de vez en cuando en el relato.

Los momentos en donde, sobre todo, el personaje de Helen Mirren brilla, es cuando tiene que pasar al mundo de la familia Shazam. Dentro de la película hay una secuencia muy divertida en donde la actriz, estoica y con total seriedad, debe leer una misiva redactada por el grupo familiar. Quizás la escena más hilarante de toda la película y la que provoca las risas más genuinas en el espectador. 

Precisamente de eso va la secuela de Shazam. De hacer reír a su público. De mostrar a personajes entrañables y hacer con ellos, lo que quizás ya se ha hecho antes, pero que de cualquier forma resulta funcional. Atrás quedaron las intenciones de mostrar oscuridad y establecer conflictos morales superiores para sus personajes. 

Shazam: La furia de los dioses - Crítica de la película
Shazam 2: la furia de los dioses, crítica de la película.

En el mismo camino de mostrar esa ligereza existen elementos que son descuidados por la producción. Por ejemplo, la puesta en escena quizás no es tan atractiva como se esperaría de una película de este tipo. O los efectos visuales que pertenecen más a una cinta de mediano presupuesto que a una supuesta superproducción del universo DC.

Las escenas de acción en realidad no son tan grandes. Lo cual también podría verse como un factor positivo. Ya que en la actualidad todas las cintas de este tipo se miden en qué tan largas y cuán masivas sean sus secuencias de destrucción. La película apenas utiliza algunos recursos extraídos de la mitología como dragones, gárgolas, unicornios y demás para sembrar caos en la ciudad, o un cierto sentido de peligro. Pero nunca para abusar de ellos en cuestiones narrativas o visuales.

Shazam 2: La furia de los dioses es ese tipo de película que nunca aspira a ser una pieza suprema en un armado cinematográfico de superhéroes. En su lugar se conforma con reinventarse como una comedia familiar ligera, llena de aventuras y humor desenfadado. Porque incluso en sus momentos más clichés, prueba que ciertas fórmulas todavía funcionan y son suficientes para pasarla bien en el cine. 

La entrada Shazam 2: la furia de los dioses – Crítica de la película se publicó primero en Cine PREMIERE.