Tuvieron que pasar nueve episodios para que el show más reciente del MCU —el último de la Fase 4 de la franquicia— sacara el máximo provecho del descaro autorreferencial. A lo largo de la serie, hubo varios momentos en los que la abogada Jennifer Walters (interpretada por Tatiana Maslany) mostraba plena consciencia de ser la protagonista de una producción de Marvel Studios e incluso volteaba a la cámara para hablar directamente con el público. No obstante, el capítulo final de She-Hulk fue todavía más lejos al orquestar una suerte de cameo que aludía al mismísimo Kevin Feige, presidente de la compañía.
La oportunidad de invocar la presencia de Kevin Feige en She-Hulk se fundamentaba en el absurdo momento culminante del noveno episodio. Sucede que cuando la heroína titular descubre quién está detrás de la organización clandestina que la ha agraviado, empieza a gestarse una pelea a golpes entre Abominación (Tim Roth), Hulk (Mark Ruffalo), Titania (Jameela Jamil) y Todd Phelps (Jon Bass), quien repentinamente adquiere la capacidad para también convertirse en un gigante verde.
Indignada ante el sinsentido de la situación, She-Hulk decide entonces abandonar su serie, cruzar las fronteras con «el mundo real» y presentarse en las instalaciones de Marvel Studios, con el objetivo de reclamarle a la mente detrás del MCU. La protagonista eventualmente entra a la oficina de Kevin… o mejor dicho, K.E.V.I.N., quien no es Feige como tal ni ningún humano en realidad, sino un robot con inteligencia artificial.
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En reciente entrevista con Marvel.com, la creadora de la serie She-Hulk, Jessica Gao, compartió varios detalles sobre cómo el equipo creativo decidió aludir al mandamás de la Casa de las Ideas. Por un lado, Gao rememoró que bromeaban mucho con la idea de fichar a una celebridad apuesta, del tipo George Clooney o Jon Hamm, para interpretar la versión ficcional del ejecutivo. Sin embargo, cuando finalmente optaron por volverlo una máquina que literalmente controla el algoritmo del MCU con frialdad numérica, Kevin Feige tuvo solamente una objeción.
De acuerdo a la creadora, la propuesta era que el robot —que ni siquiera tenía forma humana— vistiera de algún modo una gorra negra de beisbol; un distintivo del verdadero Feige. Pero eso fue lo único que desagradó al arquitecto de la franquicia.
«Kevin dijo: ‘Bueno, eso no tiene sentido, ¿por qué un robot usaría una gorra?’ Y yo dije: ‘¿Esa es la parte que no tiene sentido para ti, Kevin? ¿Esa es la línea de lógica que no cruzarás? Te tenemos representado como un cerebro de inteligencia artificial que controla todo el Universo Cinematográfico Marvel, ¿pero lo que no puedes pasar por alto es que haya una gorra en la parte superior de la máquina?’. Y él respondió: ‘Sí’», rememoró la directora.
Asimismo, Jessica Gao recalcó que el propio Kevin Feige la motivó a buscar una conclusión completamente original para She-Hulk, lejos de la clásica y espectacular batalla final.
«[Feige] realmente abrió mi mente a la idea de que está bien no hacer eso», señaló. «Me dijo: ‘¿Por qué? Nadie te está diciendo que hagas eso […] Deberíamos estar haciendo algo completamente diferente porque este show es muy diferente de todo lo que Marvel ha hecho’».
¿Ustedes qué opinan de la serie en general y del giro de tuerca definitivo?
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