Para Merlina, la exitosa serie de Netflix sobre la taciturna y macabra hija de los Locos Addams, Jenna Ortega tuvo que recibir una extenuante formación dentro de diversas disciplinas. Más allá de las presiones de interpretar a un personaje tan emblemático de la cultura popular, la joven actriz se vio en la necesidad de aprender a tocar el violonchelo y desempeñarse en el esgrima y el canotaje. Todo esto sumado a un rodaje de ocho meses en Rumania que le ocupaba 12 horas al día o más. De ahí que Ortega realmente padeciera tan brutal cronograma de trabajo.
Esta semana, en un evento Q&A organizado por Netflix en Hollywood, Jenna Ortega habló sobre la dificultosa producción de Merlina, que cuando no le exigía estar en un set, le demandaba seguir practicando y tomando clases para dominar las habilidades del personaje titular.
«Me presentaba en el set dos horas antes. Trabajaba entre 12 y 14 horas al día, volvía a casa, me metía a Zoom y tomaba la clase que me tocaba. O llegaba a mi departamento y mi profesor de violonchelo ya me estaba esperando», contó la veinteañera histrión (vía Variety). «No paraba de trabajar, y si [tenía libre] un fin de semana, si no rodábamos en el sexto día de esa semana, era de: ‘Muy bien, pues entonces te daremos las clases ese día’».
La carga de trabajo fue de tal magnitud que eventualmente Ortega no sólo debía lidiar con el cansancio sino que además se vio afectada a un nivel emocional.
«No podía dormir. Me jalaba de los pelos. Hay tantas llamadas FaceTime que contestó mi padre de mí llorando histéricamente», reveló.
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La histrión reconoce que ella misma se exigía demasiado, por ejemplo, al desear que ningún chelista de la vida real se sintiera decepcionado al verla tocar en la serie. Por otro lado, hubo una secuencia en particular que no facilitó la tarea; es decir, el final del episodio uno, donde Merlina interpreta una versión instrumental de «Paint It Black» que en realidad es para dos chelos. No obstante, Jenna Ortega tuvo que arreglárselas para aparentar que la melodía podía interpretarse con sólo uno.
«Ni siquiera sabía dónde se suponía que debían ir mis manos y luego tuve que hacer salir [la música de] dos violonchelos de un violonchelo, lo cual era ridículo», aseveró la californiana.
Asimismo, sus anhelos de interpretar a Merlina en todas las escenas de la serie, sin depender de ninguna doble de riesgo, propiciaron que Ortega se dispusiera a estar «lo mejor preparada posible». Sin embargo, pronto tuvo claro que ella no podría resolver por sí misma todas las apariciones en pantalla del personaje; más que nada por cuestión de tiempo.
«Empezamos a quedarnos sin tiempo porque Merlina estaba en casi todas las escenas. Tuvieron que empezar a utilizar dobles de acción u ocasionalmente dobles de violonchelo si no tenían tiempo de conseguir manos», contó. «Pero yo me empeñé en estar lo mejor preparada posible porque quería que me utilizaran [en la mayor cantidad de escenas], pues es mucho más creíble si pueden verte la cara».
Más tarde, el sudor y las lágrimas se vieron recompensadas con innumerables ovaciones hacia la interpretación de Ortega, que gracias a Merlina mereció nominaciones en 2023 al Globo de Oro y a los Premios del Sindicato de Actores.
Una segunda temporada de este show producido por Tim Burton ya se encuentra en desarrollo. ¿Emocionados?
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