La nueva película Los tres mosqueteros: D’Artagnan, del cineasta francés Martin Bourboulon, es la primera parte de una duología. La continuación, titulada Los tres mosqueteros: Milady, se estrenará en cines a finales de este mismo año. La primera parte trata de un film épico inspirado en la conocida novela histórica de aventura homónima escrita en 1844 por el autor francés Alexandre Dumas. A pesar de ser una de las obras literarias que ha sido llevada al cine y televisión innumerables veces en todo el mundo, es la primera adaptación cinematográfica francesa de estos héroes en más de 60 años.
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Producción de las películas
El productor Dimitri Rassam tenía la intención de realizar un proyecto que provocara un gran evento en la pantalla grande comparable con las grandes franquicias americanas. Entre su lista destacó la novela de Alexandre Dumas. Rassam se reunió en el 2019 con el director Martin Bourboulon (Eiffel, 2021) para discutir el proyecto. La idea despertó un recuerdo en Martin. Durante su adolescencia, había tenido la oportunidad de visitar el set de la película La hija de D’Artagnan (1994) que su padre, Frédéric Bourboulon, había producido. Al contar con la participación de Bourboulon, Rassam inmediatamente encargó un guion a Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière (Le Prénom, 2012). El tratamiento que propusieron para la historia fue un thriller en un mundo violento y comenzaron a escribir el guion en el verano del 2020.
Las compañías francesas Pathé, Chapter 2 y M6Films, la alemana Constantin Film, la española DeAPlaneta y la belga Umedia tomaron el proyecto. Para ambas partes de la historia, los productores consiguieron un presupuesto combinado de 72 millones de euros. Se reunió un reparto estelar conformado por François Civil, Vincent Cassel, Romain Duris, Pio Marmaï, Eva Green, Ralph Amoussou, Éric Ruf y Marc Barbé. Una vez que todos los detalles estuvieron listos, arrancaron la filmación el 16 de agosto de 2021. Ambas películas se rodaron consecutivamente durante 150 días. Se utilizaron diversas locaciones francesas como el Palacio del Louvre, los castillos de Fontainebleau, Saint-Germain-en-Laye, Fort-la-Latte y el palacio de Chantilly, entre otros.
La trama de la película Los tres mosqueteros: D’Artagnan
En 1627 el Rey Luis XIII (Louis Garrel) de Francia está al borde de una guerra civil. Dividida por católicos, apoyados por el rey, y protestantes, apoyados por los británicos. Mientras el rey intenta mantener la paz, misteriosos agentes trabajan en las sombras para provocar una guerra. Dependerá de los tres mosqueteros y, la nueva incorporación, D’Artagnan, para evitar que esto suceda. Cuando D’Artagnan (François Civil) llega a París se ve inmediatamente involucrado en estos enredos de conspiración. Al investigar la situación, tropieza con tres hombres que lo retan a duelo. Se trata de los famosos tres mosqueteros: Athos (Vincent Cassel), Porthos (Pio Marmaï) y Aramis (Romain Duris). Fascinados por la encantadora y atrabancada personalidad del joven, logra incorporarse a la perfección con el trío uniendo esfuersos para descubrir y detener las maquinaciones en contra del Rey.
Un guion sólido de Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière es una de las cosas más destacables de esta cinta. Su trabajo logra condensar muy bien los eventos para esta primera parte de la historia con fluidez. Así cada momento de intriga y acción en la película Los tres mosqueteros: D’Artagnan se vuelve muy entretenido. A su vez, permite a los actores brillar con sus interpretaciones de los personajes. François Civil ejecuta perfectamente la personalidad D’Artagnan, un joven gascón entusiasta y atrabancado con la ilusión de convertirse en mosquetero del rey. Athos (Vincent Cassel), Porthos (Pio Marmaï) y Aramis (Romain Duris), todos con una personalidad muy distinta pero con una increíble química que, en pantalla, funciona perfectamente bien. La manera en la que están escritos y su relación entre ellos permite que se sienta, que de manera natural, se integre al trío este nuevo miembro del equipo.
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Además de los ya mencionados, la actuación de Louis Garrel como el rey de Francia es magnífica. Logra imprimirle esa presencia royal que su personaje requiere. La elección para representar a Milady en esta versión de la historia le cae como anillo al dedo a Eva Green. Entrega una imperdible interpretación y además demuestra un dominio de los idiomas al entregar sus líneas en inglés y francés. Sumado a esto ella posee un porte y semblante de fuerza, misterio y seducción preciso para su papel.
La cámara de Nicolas Bolduc provee un aspecto épico a esta historia. Comparable a las películas de Ridley Scott, como The Duellists (1977) y Gladiator (2000), que sirvieron de inspiración para la visión de Bourboulon. Para complementar la fotografía está la edición de Célia Lafitedupont, quien presenta unas escenas de acción elegantemente zurcidas. Así permite al espectador adentrarse en estos momentos que nos presentan. Está fotografiada de tal manera que en esos momentos de acción casi puedes sentirte dentro de ellos sin perder de vista lo que está sucediendo. Aunado a esto se encuentran la escenografía y vestuario que nos hacen sentir la gran escala de la producción y nos transportan a la época en la que sucede la historia.
La película Los tres mosqueteros: D’Artagnan cumple con la visión de Rassam y Bourboulon en proveer al espectador con un espectáculo de grandes dimensiones, entrentenida hasta el último momento. Incluso cuenta con una escena final previa a los créditos que nos dejan esperando más. Los tres mosqueteros: D’Artagnan ya está en cines y, su la segunda parte, Los tres mosqueteros: Milady, se espera en diciembre del 2023.
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