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She Hulk y su episodio más entrañable – Crítica del Episodio 7

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Llegados al episodio 7 nos quedan claras las intenciones de She Hulk. Se trata de aquella serie juguetona -como lo había tenido Marvel antes- que poco busca complacer a su audiencia; sino explorar una fórmula, explotar un estilo y sobre todo hacer de sus personajes un estudio categórico que puede o no funcionar en distintos niveles. En este caso a través del humor. Te de risa o no la serie creada por Jessica Gao, nadie puede negar que hasta el momento su concepción ha sido fiel a sí misma y nos ha regalado momentos gratos y brevísimos, como solo lo saben hacer las mejores sitcoms.

Muchos fanáticos todavía esperan que aquí se asome el piloto automático de Marvel Studios. Algo que esté más enfocado en la tradicional historia del bien contra el mal y que sobre todo eche raíces en todas direcciones para la construcción de un universo cinematográfico bien conocido. Si bien She Hulk sin lugar a dudas se ubica dentro del mismo mundo, su proceder es un poco distinto. Este episodio es prueba de que en ocasiones las charlas entre los personajes, la historias enfocadas en las relaciones humanas y el humor pueden ser igual de satisfactorias que ver al Capitán América golpeando gente con su escudo. 

She Hulk Episodio 7 crítica

La semana pasada tuvimos un episodio de relleno que se reconoció a si mismo como tal. Pero en esta ocasión poco nos habló el capítulo a nosotros como espectadores (salvo en un momento brevísimo e hilarante), para se enfocarse en la exploración emocional de su heroína.

Dirigido de nueva cuenta por Anu Valia, ahora su labor tras la dirección se sintió fresca y afortunada. Poco más de veinte minutos de un tono similar y entrañable a lo que las nuevas generaciones reconocen como comedia romántica, por películas como 500 días con ella (2009).

El episodio 7 de She Hulk da inicio con un montaje construido sólo de imágenes y de letreros ocasionales que corresponden a mensajes de texto. Un montaje que, por cierto, ha sido de lo mejor de la serie hasta el momento. Jennifer Walters ha tenido un par de citas exitosas con Josh (Trevor Salter), el chico que conoció en la boda de su amiga. Luego de dormir juntos por una noche, Jen envía un mensaje de texto del cual no obtiene respuesta durante días.

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En tan solo tres minutos la serie nos cuenta una historia de romance que rápidamente da paso a la ansiedad. La serie reconoce el ghosteo como una problemática del mundo moderno en las relaciones de pareja. Y en general hace un repaso por los distintos miedos e inseguridades que experimenta cualquier persona que intenta tener una relación en nuestros días.

Para fortuna de Jen, diversas circunstancias le obligan a pasar un día en el retiro espiritual liderado por Emil Blonsky (Tim Roth). Allí conoce a El Águila (Joseph Castillo-Midyett), a Man-Bull (Nathan Hurd), Thunderball (Justin Eaton), Wrecker (Nick Gómez) y Seracen (Terrence Clowe); un grupo de personas con superpoderes que se reúnen en círculo para reconocer sus problemas y que experimentar catarsis. 

Los fanáticos más acérrimos de Marvel reconocerán a todos estos personajes de algunas historietas. Gran parte de ellos de hecho son mutantes, lo que indica que el estudio cada vez da más pasos hacia la llegada de este nuevo grupo. Sin embargo, todo esto es irrelevante, pues lo importante del episodio es que Jen se reconozca a si misma como valiosa, sin necesidad de sus poderes. 

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El guion de Gao y compañía explora brevemente el lore de Marvel, y entrega sus propias versiones de los personajes. El terrorífico vampiro Seracen no lo es tal. Y en realidad ninguno resulta tan terrorífico, más allá de sus propios miedos. Cuestiones que todos platican y sanan en conjunto. Una vez más el estudio humaniza a sus villanos con resultados efectivos.

Así el episodio 7 de She Hulk resulta uno de los más entrañables. A pesar de que aquí no existieron los chistes sarcásticos y oscuros, El retiro más bien se enfoca en un tipo de humor más blanco parecido al del MCU (no es queja). Se siente como si en esta ocasión la serie más que burlarse de sus fans, se compadece de ellos y de sus problemáticas en el mundo real. 

Precisamente aquello continúa como la línea más marcada de esta serie. Tomar elementos de los cómics y del mundo de lo imposible, para colocarlos en un terreno más cercano a la realidad. El toque humano es lo que hace de She Hulk algo tan divertido y finalmente Jen aprendió a entrar en contacto con él. 

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Desde luego los fanáticos de la acción y el conflicto también obtiene un poco de reconocimiento. El final de episodio continúa plantando las semillas de lo que será el conflicto final. Aquí se revela lo que sucedió con Josh y la serie aprovecha para hacer con ello un comentario sobre a lo que muchas mujeres se exponen cuando empiezan a salir con alguien más.

A decir verdad, cada escena en donde se habla de un plan maestro que amenaza a la heroína, es la sección más convencional y aburrida de la serie. Resulta más entretenido ver cómo la protagonista se enfrenta a las citas, que un villano. Veremos cómo funciona el conflicto en su episodio final. 

Los nuevos episodios (¿con Daredevil?) llegan todos los jueves a Disney Plus.

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