Bros-mas-que-amigos

Bros: Más que amigos – Crítica de la película

Bros: Más que amigos

¿Existe el verdadero amor? ¿Cuáles son nuestros límites a la hora de amar? ¿Cómo sabemos quién es la persona indicada? A lo largo de muchas décadas, las comedias románticas han intentado responder a esas preguntas con resultados muy diversos, pero ahora llega una historia bastante particular para dar visibilidad al colectivo LGBT+. ¿Logrará Bros: Más que amigos convertirse en un clásico al nivel de otras historias?

Bobby triunfa con su podcast de temática LGBT+ y, además, impulsa la creación del primer museo con la misma temática en todo Estados Unidos. No cree en la posibilidad de tener una relación estable con alguien, pues siente que su colectivo ya tiene demasiado con la lucha de todos los días por ser feliz. De pronto en una fiesta conoce a Aaron, un hombre musculoso y aficionado al poliamor. Aun cuando son polos opuestos, entre ambos surge una atracción que no pueden negar. ¿El encanto de Aaron será suficiente para que Bobby replantee sus límites y lo que piensa sobre el amor?

Aunque la premisa suene bastante familiar, Bros: Más que amigos presenta conflictos bastante modernos y que definitivamente generan conversación. Sean miembros del colectivo LGBT+ o no, la historia de esta película está diseñada para que todos puedan sentirse identificados con sus problemáticas. Es cierto que algunos gags no conectarán con todos, pero tampoco es que la comedia sea de nicho o esté llevada al extremo. Cualquier fan de la cultura pop disfrutará de los momentos y referencias que se presentan a lo largo de la cinta.

También es cierto que, aun siendo una comedia, la cinta de Nicholas Stoller (Buenos vecinos) tiene sus tintes de drama y estos resultan más que cumplidores. De mucho sirven las actuaciones de Billy Eichner (también guionista) y Luke Macfarlane, pues tienen una gran química para las escenas románticas, pero también cumplen, y con creces, durante los momentos más dramáticos. Algo que también los ayuda es el guion (coescrito por Stoler y Eichner); si bien se inclina más por la comedia y tiene momentos sexuales interesantes, logra encontrar un balance para que nos encariñemos con los protagonistas y su rutina diaria.

El elenco, en su mayoría perteneciente al colectivo LGBT+, resulta bastante eficaz y tiene una química destacable. Todos aquellos momentos que se desarrollen en el ya mencionado museo les arrancarán más de una sonrisa. Punto extra por dos razones: los impresionantes cameos de algunas celebridades de Hollywood, y esa original canción que se presenta rumbo al final de la cinta. Ustedes entenderán cuando la vean.

Por el lado negativo, Bros: Más que amigos tiende a convertirse en aquello que crítica. Algunos espectadores pueden sentir cierta soberbia en el guion, principalmente por las preguntas que plantea y cómo busca resolverlas. A su vez, Eichner puede llegar a sentirse sobreactuado en algunos momentos. No se trata de algo que arruine la experiencia, pero sí podría llegar a desconectar a algunos asistentes.

En conclusión, Bros: Más que amigos es una cinta necesaria y que definitivamente merece el precio de la entrada. Desgraciadamente, su fracaso en taquilla podría ahuyentar a algunos, pero estamos ante una comedia romántica escrita de una forma verosímil, con personajes cien por ciento identificables, y temas que no pasarán desapercibidos. ¿Se convertirá en un clásico? Solo el tiempo lo dirá, pero en cuanto a calidad, tiene todo para ser considerada una de las mejores películas del año.  

La entrada Bros: Más que amigos – Crítica de la película se publicó primero en Cine PREMIERE.