En 2020, el actor de Fragmentos de una mujer puso en pausa su trayectoria actoral, después de recibir acusaciones de agresión sexual y daño emocional. La presunta víctima fue la cantante pop FKA Twigs, expareja del histrión con quien además compartió créditos en la cinta dramática Honey Boy de 2019. El caso llegará a juicio en abril del próximo año, y mientras tanto, Shia LaBeouf —quien niega tales denuncias— afirma haberse encontrado en un punto muy bajo de su vida, al grado de considerar el suicidio.
Siendo invitado del programa Bishop Barron Presents, el treintañero intérprete describió recientemente su pésimo estado anímico cuando, al ser señalado como agresor, muchas puertas —tanto en lo personal como en lo profesional— comenzaron a cerrársele. «Nadie quería hablar conmigo, incluida mi madre», comentó. «Mi representante no me llamaba. Mi agente no me llamaba. Ya no estaba conectado con el negocio».
«Mi mundo se derrumbó», agregó. Y fue en ese entonces que la idea del suicidio empezó a navegar la mente de Shia LaBeouf.
«Tenía un arma sobre la mesa. Estaba listo para irme», afirmó en la misma charla. «Ya no quería estar vivo cuando pasó todo esto. Era una vergüenza que nunca antes había experimentado, el tipo de vergüenza que te hace olvidar cómo respirar. No sabes a dónde ir. No puedes salir e ir por un taco».
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Eventualmente, LaBeouf aceptó someterse a tratamiento médico e incluso se inscribió en un «programa espiritual» donde cruzó caminos con el cineasta neoyorquino Abel Ferrara, de acuerdo a su testimonio. Después de varias charlas, el director le propuso estelarizar su próxima película, enfocada en el Padre Pío, un sacerdote italiano del siglo XX, famoso por poseer estigmas en sus manos y que fue canonizado en 2002.
El actor aceptó la oferta, lo que lo llevó a investigar profundamente sobre el personaje y los principios que rigen a los monjes capuchinos. Su pesquisa, según cuenta, le ayudó no sólo para la película, sino también para iniciar su propio «viaje de salvación», que lo vio convertirse al catolicismo.
«Cuando entré en esto, mi vida estaba en llamas. Yo estaba saliendo del infierno», aseveró LaBeouf. «No quería ser actor nunca más y mi vida era un desastre. Un desastre absoluto. Lastimé a mucha gente. Sentí profunda vergüenza y culpa. No me gustaba salir mucho. Anhelaba ya no estar más aquí».
La cinta de Abel Ferrara, titulada Padre Pio, tendrá su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2022.
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